Ilustración Arqueológica en Museos: “Una Herramienta para conectar pasado Y presente “

Por: Frendy González y James Zorro | Antropólogos de la Universidad Nacional de Colombia

La ilustración arqueológica es una manera de documentar y representar objetos antiguos, como cerámicas, herramientas o restos óseos, de una forma precisa y detallada.

Combina aspectos del arte y la ciencia para mostrar con claridad las características importantes de estos materiales, capturando detalles que a veces no se pueden ver fácilmente a simple vista o en una fotografía.

Al lograr un equilibrio entre lo técnico y lo estético, estas ilustraciones no solo son útiles para los expertos, sino también atractivas e informativas para cualquier persona interesada en conocer más sobre el pasado.

Al realizar una ilustración arqueológica, es importante considerar tres preguntas clave que guían la intención del científico/artista:

  • ¿Qué información se quiere representar?
  • ¿A qué tipo de público está dirigida la ilustración?
  • ¿La ilustración comunica por sí sola sin necesidad de una descripción adicional?

Reflexionar sobre estas preguntas es fundamental para definir los parámetros de la representación y determinar si la ilustración se orienta más hacia lo artístico, lo científico o se encuentra en la intersección de ambos campos.

Pensar en una ilustración científica arqueológica para una exposición en un museo con material cultural de antiguas poblaciones implica tener en cuenta que el público al que estará dirigida es muy diverso.

Puede incluir desde niños y niñas en salidas escolares, estudiantes y egresados de disciplinas afines a la arqueología, hasta personas que pasan por el lugar y se sienten atraídas por un espacio cuyo contenido desconocen.

Los museos son quizás uno de los espacios más accesibles para encontrar registros arqueológicos ilustrados, a diferencia de libros, informes o artículos académicos que están escritos por y para personas inmersas en la academia.

En este sentido, es fundamental asumir con responsabilidad el reto de comunicar de manera clara y rigurosa los resultados científicos y divulgativos de la arqueología.

El MAZ como oportunidad para la formación cultural y artística

El museo es entonces un espacio de divulgación científica donde la ilustración arqueológica juega un papel crucial al acercar el conocimiento al público general. Estas ilustraciones no solo complementan las exposiciones, sino que también ayudan a los visitantes a visualizar cómo eran los objetos y contextos originales. Al representar contenedores, estructuras y restos con detalles precisos, las ilustraciones permiten entender mejor el uso y significado que tenían en la vida cotidiana de las culturas antiguas. Además, son un recurso clave para explicar procesos complejos, como técnicas de construcción o cambios en el estilo de vida a lo largo del tiempo, de una manera sencilla y visualmente atractiva, pero guardando las responsabilidades

La integración de la ilustración arqueológica en los espacios museales también invita a una interacción más profunda con los objetos expuestos. Al incluir imágenes que muestran cómo se utilizaban los artefactos, cómo lucían en su época o cómo fueron hallados en el contexto de una excavación, los visitantes pueden imaginarse la vida en tiempos antiguos de forma más completa y cercana, visualizando a los objetos no como elementos aislados de su contexto, sino como parte de un todo que los y las arqueólogas tratamos de reconstruir. Estas representaciones no solo enriquecen la experiencia de quienes visitan el museo, sino que también despiertan curiosidad y fomentan el aprendizaje, incentivando a las personas a querer saber más y a valorar el patrimonio cultural que comparten.